Homenaje y recuerdo al fundador de Montepío.
A finales de siglo toda la dependencia mercantil solía prestar sus servicios en régimen de internado. Y así, en la Casa Bernardó y sobrinos, ubicada en la calle Imperial, esquina a la del Salvador, coincidían unos cuantos hombres hermanados en una camaradería ideal. Entre ellos, trabajando como Contable de la Casa, estaba Don Froilán Ponce de León y Sirena quien, en una de aquellas noches de convivencia con sus compañeros, soñó con la idea de crear una entidad de provisión que, al tiempo, fuera un lazo de unión fraternal entre cuantos coincidían en las mismas tareas. De aquella Casa y de aquel hombre, partió la idea fundacional que dio vida al Montepío Comercial e Industrial Madrileño, en cuya primera directiva y rehuyendo la Presidencia que, como indicador le correspondía, aceptó modestamente el cargo de contador.
La idea cundió entre los comercios vecinos: mercerías y sastrerías especialmente, y en febrero de 1899 se daba vida oficial a la Entidad que hoy nos cobija a todos y es ejemplo de España. Después surgieron otras entidades parecidas, de vida efímeras algunas y otras que aún perviven. Pero el Montepío destacaba sobre todas por la seriedad, la honradez, la constancia y sobre todo, el afecto fraterno entre todos sus miembros, y, en una palabra, por el inmenso valor humano de sus hombres, más idealistas que prácticos, más soñadores que realistas... El propio mutualismo laboral, que es hoy orgullo del Régimen, puede decirse que nació también en nuestra Casa por cuanto, al formarse la primera Mutualidad Laboral de Previsión, vinieron a nuestra Entidad para estudiar nuestro sistema y organización, así como la experiencia de tantos años de vida social.
Por todo ello, la Cooperativa de Viviendas "Montehogar", como hija predilecta de Montepío, ha querido rendir homenaje de admiración y cariño a una figura señera y querida entre nosotros, porque Don Froilán fue siempre la esperanza y garantía del espíritu tradicional en el que se fundían las virtudes que caracterizan la profesión mercantil y se distingue su honradez y laboriosidad. Y como un símbolo, también hemos querido llevarlo al Complejo Residencial de nuestras viviendas para que germine en una convivencia ideal entre todos los que vamos a residir en esta Colonia, porque si rendimos culto, a la memoria y al ejemplo del Fundador, contribuiremos también a una existencia grata entre todos y, en suma, a una vida alegre y feliz, donde nadie sea un extraño sino todos hermanados en aquella fraternidad y amor que, como herencia de su apostolado, recibimos de Don Froilán Ponce de León y Sirena.
Zona Residencial
El conjunto dispone en su zona residencial de un total 932 viviendas y locales comerciales, distribuidos en 15 comunidades de viviendas y dos comunidades de locales comerciales. Además contamos con zonas de aparcamiento privadas, dos piscinas, zona infantil, bar/restaurante y mucho más.
En nuestro bar restaurante, disponemos de Menú del día durante toda la semana, así como de una carta de comidas y raciones a disposición de todos los vecinos. Y ahora... ¡Servicio a domicilio!
Teléfono de reservas: 91 738 63 09
HORARIO
Verano: (Junio a Septiembre): 11 a 23 horas dias de diario y de 11 a 01 AM viernes y sábados
Invierno: 11 a 23 horas dias de diario y de 11 a 24:00 viernes y sábados
La terraza del bar no es de uso exclusivo del restaurante, por lo que los vecinos pueden traer sus consumiciones o usarla para juegos de mesa, lo que no está permitido es reservar las mesas u ocuparlas con toallas o enseres si no hay nadie presente.
Contamos con una amplia zona ajardinada con dos grandes piscinas descubiertas, una de adultos y otra de niños, para uso y disfrute de todos los vecinos del conjunto.
La temporada de piscina comienza a mediados de junio hasta mediados de Septiembre. La piscina de adultos cuenta con un vaso de metros y una profundidad de 2 metros de máximo y la infantil metros con un fondo de 60 centimetros para niños de hasta 7 años.
La entrada a la piscina se hace por la terraza del bar, que permanece abierta durante todo el año, aunque las mesas no son de uso exclusivo del bar, por lo que se pueden usar por los vecinos para juegos de mesa o consumir su propia comida. Lo que no está permitido es reservar mesas o poner toallas para ocuparlas si que nadie esté presente en la mesa.